miércoles, 30 de junio de 2010

Vodafone-TP: ¡Basta de cachondeos!

Luego de destruir el 123, Teleperformance avanza ahora en un desmantelamiento de la cuenta Vodafone, en la sede Yrigoyen. Decenas de compañeros son despedidos, o extorsionados para pasar a otras cuentas, de las que poco se sabe. Esto nos merece dos reflexiones:


En primer lugar, la manipulación de los agentes, a los que Vodafone y Teleperformance exprimieron como una naranja en todo este tiempo, ofreciéndoles ahora, como única salida, una rotación incierta. En segundo lugar, la prepotencia de una compañía que nos exige todo, hasta "predisposición a trabajar bajo presión", pero que no se cree en la obligación de explicarnos nada.


Telemarketers en Lucha plantea:


1. Que la empresa fije por escrito, ante todos los agentes, los motivos por los cuales está procediendo a traslados masivos, y al desmantelamiento de la cuenta.


2. Derecho a réplica.


3. Que el cuerpo de delegados convoque a todos los sectores afectados en estado de asamblea permanente, para garantizar los puestos de todos los compañeros, y que se respete (en caso de cambios de cuenta) las condiciones que cada agente tenía en Vodafone (francos, comisiones, etc.).


4. Formación de comisiones de los compañeros despedidos y ex trabajadores de la cuenta, para denunciar ante la población trabajadora y la opinión pública el verdadero rostro de estas compañías.


TELEMARKETERS EN LUCHA, 24/6

viernes, 18 de junio de 2010

¡Call centers bancarios!

(Extraído de Prensa Obrera 1132, 10/6/10)

A fines de 2009, La Bancaria y las cámaras correspondientes arribaron a un acuerdo que comenzaba a reglamentar, por primera vez, el trabajo de los bancarios que se desempeñan en los call centers. Este acuerdo, en sus puntos principales, establecía un piso mínimo de sueldo y acordaba un cronograma para el pase a planta efectiva y bancaria de todos aquellos bancarios de los calls que no lo estuvieran a la fecha -la mitad hasta el 31 de mayo y la restante mitad antes del 30 de noviembre. Lamentablemente, si algo caracteriza a la dirección zanolista de La Bancaria es no hacer cumplir lo que firma.

A partir de la firma de este acuerdo, no sólo no se cumplió con la efectivización ni con el mínimo garantizado, sino que los banqueros despidieron contratados, los hicieron abandonar los edificios de los bancos hacia terciarizadas o directamente comenzaron a montar call center paralelos y terciarizados, cerrando los que figuraban en los bancos.

En promedio, un trabajador bancario tercerizado y reencuadrado en Comercio, que realiza las mismas tareas que un trabajador encuadrado en bancarios, cobra hoy alrededor de 1.100 pesos, ¡menos de un tercio de lo que el acta de 2010 determina para los call centers bancarios! Por si fuera poco, a esto hay que sumarle la inexistencia de representación sindical, la precariedad de los contratos y los constantes cambios de "campaña", así como la represión patronal que rige en estas terciarizadas. Estamos hablando de miles de compañeros bancarios, ya que esta modalidad, lamentablemente, es mucho más habitual que lo que permite el acta. Ejemplos sobran, como los calls terciarizados del Hipotecario, el Francés, el Banco Provincia, el Galicia, el Supervielle, el Santander, HSBC, etc., casi ninguno zafa.

Ante esto, que ya viene de larga data, el zanolismo ha quedado inmóvil. Más allá de una supuesta comisión de los call centers conformada en el Ministerio de Trabajo, hace ya más de un año, la cual no ha arrojado ningún resultado. A nadie se le escapa en el gremio que las movilizaciones de las últimas semanas se deben más a la preocupación por las elecciones próximas de la seccional Buenos Aires que a la defensa de los derechos de los trabajadores. El zanolismo ha demostrado numerosas veces, cada vez más, que se encuentra liquidado y, aún más, con el jefe de la mafia en cárcel.

Para terminar con esto es necesario un plenario de las gremiales opositoras que vote un plan de lucha por las reivindicaciones que el zanolismo ha entregado, el pase a planta de los compañeros de los calls y dar así el primer paso para frenar la nueva avanzada en flexibilizar y precarizar la carrera bancaria por parte de los banqueros.